Palabra

de

DIOS

 

 

 

 

REAL       HERMANDAD

Loading the page...

Homilía XXVII Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)

 

 

Primera lectura

 

Lectura del libro de Isaías 5, 1-7

 

Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña.

Mi amigo tenía una viña en fértil collado.

La entrecavó, la descantó, y plantó buenas cepas;

construyó en medio una atalaya y cavó un lagar.

Y esperó que diese uvas, pero dio agrazones.

Pues ahora, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá,

por favor, sed jueces entre mi y mi viña.

¿Qué más cabía hacer por mi viña que yo no lo haya hecho?

¿Por qué, esperando que diera uvas, dio agrazones?

Pues ahora os diré a vosotros lo que voy a hacer con mi viña:

quitar su valla para que sirva de pasto,

derruir su tapia para que la pisoteen.

La dejaré arrasada:

no la podarán ni la escardarán, crecerán zarzas y cardos;

prohibiré a las nubes que lluevan sobre ella.

La viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel;

son los hombres de Judá su, plantel preferido.

Esperó de ellos derecho, y ahí tenéis: asesinatos;

esperó justicia, y ahí tenéis: lamentos.

 

 

 

Salmo

 

Sal 79, 9 y 12. 13-14. 15-16. 19-20 R. La viña del Señor es la casa de Israel.

 

Sacaste una vid de Egipto, expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste.

Extendió sus sarmientos hasta el mar, y sus brotes hasta el Gran Río. R.

 

¿Por qué has derribado su cerca para que la saqueen los viandantes, la pisoteen los jabalíes y se la coman las alimañas? R.

 

Dios de los ejércitos, vuélvete:

mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña,

la cepa que tu diestra plantó, y que tú hiciste vigorosa. R.

 

No nos alejaremos de ti: danos vida, para que invoquemos tu nombre. Señor, Dios de los ejércitos, restáuranos,

que brille tu rostro y nos salve. R.

 

 

 

Segunda lectura

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 6-9

 

Hermanos:

Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta.

Y lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis, visteis en mí, ponedlo por obra.

Y el Dios de la paz estará con vosotros.

 

 

 

 

 

Evangelio del día

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo 21, 33-43

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:

- «Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.

Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondan. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon.

Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo."

Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: "Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia."

Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron.

Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?»

Le contestaron:

- «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos.»

Y Jesús les dice:

 

- «¿No habéis leído nunca en la Escritura:

 

"La piedra que desecharon los arquitectos

es ahora la piedra angular.

Es el Señor quien lo ha hecho,

ha sido un milagro patente"?

 

Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.»

 

  4 de octubre